A este cachorrito, de nombre Bol, nadie lo ha querido. Nació para nada, no tuvo ningún valor, a nadie le importó, ni tampoco nadie le dio una oportunidad de crecer fuerte y sano, de crecer alegre, jugando y aprendiendo, ni siquiera lo dejaron disfrutar del cariño y cuidados de su madre, es más, tampoco quisieron darle una muerte digna, sin dolor y sufrimiento, sin más lo tiraron a un contenedor, cerraron la puerta y tranquilamente se dieron la vuelta, ignorando su agónico lamento.
Y hasta ahora, esta es la vida que este tierno y pequeño amigo ha conocido. Pero Bol ha empezado a vivir de nuevo, ahora descansa y se recupera tranquilamente, olvidando tan duras experiencias, esperando apuntar en su cartilla una nueva fecha de cumpleaños, la del día que vengas a buscarle, la del día que le ofrezcas esa oportunidad de sentirse querido y valorado.
Bol ha escapado de un triste final, pero aún necesita encontrar y tener esa familia que le quitaron y compartir toda la vida que tiene por delante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario