Consiste en ofrecer a nuestro animal de compañía un estímulo más interesante que el estímulo que motivo la conducta que está realizando.
Si al perro le encanta perseguir a los gatos y estamos delante, lo correcto antes de que arranque, es distraer la atención, con una pelota, un premio...
Si nos damos cuenta antes de que nuestro perro haya iniciado la conducta de persecución, es más efectivo el tirón de collar.
Si ya ha iniciado la conducta a corregir será menos efectivo el tirón, que si damos el tirón antes de que comience. Lo mejor es cuando está pensando en hacer algo que no nos gusta o no es positivo "le quitas la idea de la cabeza" con un toque de atención, una mirada...
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